Todos quieren ser importantes, pero nadie quiere ser útil

Winston Churchill, uno de los líderes más influyentes del siglo XX, pronunció una frase que sigue vigente: “Todos quieren ser importantes, pero nadie quiere ser útil.”

En un mundo donde la visibilidad y el reconocimiento parecen ser la meta, pocas personas se enfocan en generar un impacto real. La importancia sin utilidad es superficial. Ser útil, en cambio, crea valor, transforma entornos y deja un legado a largo plazo.

En el parte profesional, la diferencia entre éxito efímero y verdadero liderazgo radica en la utilidad que aportamos a los demás. Quienes buscan ser útiles generan resultados sostenibles, mientras que quienes solo buscan reconocimiento pueden perder relevancia con el tiempo.


La trampa de la búsqueda de importancia

En la era digital, la importancia se ha convertido en una meta en sí misma. Muchas personas y empresas buscan validación a través de métricas superficiales o de vanidad: seguidores, likes, aplausos o titulares.

Pero ser importante sin ser útil es un éxito vacío. Las marcas que solo buscan notoriedad sin aportar valor desaparecen rápidamente. Los profesionales que solo buscan reconocimiento sin resultados terminan perdiendo credibilidad.

Por ejemplo, Kodak dominó la industria fotográfica, pero no se adaptó al cambio digital. Durante años, su importancia fue incuestionable, pero dejó de ser útil cuando ignoró la evolución del mercado.

La importancia sin utilidad es pasajera. La utilidad, en cambio, construye relevancia a largo plazo porque es sostenible.


Cómo ser útil en los negocios

Las empresas exitosas no solo buscan ser reconocidas, sino que se enfocan en resolver problemas reales. La clave no está en la visibilidad, sino en el impacto; ¿no lo crees?

1. Resolver necesidades antes de buscar reconocimiento

Un negocio que soluciona un problema genuino, genera éxito de manera natural. Antes de enfocarse en marketing o reputación, una empresa debe preguntarse:

  • ¿Estamos facilitando la vida de nuestros clientes?
  • ¿Estamos resolviendo un problema real?
  • ¿Nuestro producto o servicio tiene un impacto tangible?

Por ejemplo, Tesla no solo vendió autos eléctricos; hizo que la tecnología fuera deseable, accesible y sostenible.

2. Poner al cliente en el centro: “Customer Centric”

Las empresas que entienden a sus clientes logran mayor lealtad y crecimiento sostenible. Para ser útil, una marca debe:

  • Escuchar activamente el feedback.
  • Innovar en función de las necesidades del usuario.
  • Entregar calidad antes que promesas vacías.

Por ejemplo, Amazon diseñó su modelo de negocio en torno a la conveniencia del usuario, no solo en ser la empresa más grande del mundo.

3. Priorizar la acción sobre la imagen

Muchas empresas invierten más en branding que en mejorar su producto. Sin embargo, la reputación se construye con hechos, no con campañas publicitarias.

Ejemplo, Patagonia no solo habla de sustentabilidad; dona parte de sus ganancias a causas ambientales y rediseña su producción para minimizar el impacto ecológico. Usa materiales reciclados, fomenta la reparación de productos con su programa Worn Wear y en 2022 su fundador, Yvon Chouinard, cedió la empresa a un fideicomiso para destinar todas sus ganancias a combatir el cambio climático.

Las marcas que se enfocan en ser útiles no necesitan esforzarse demasiado en parecer importantes.


Innovación: La utilidad como motor del cambio

La tecnología ha demostrado que la relevancia no se gana con tamaño o historia, sino con utilidad.

1. Innovar con propósito

Las empresas tecnológicas más disruptivas no fueron las primeras en su sector, pero sí las que entendieron mejor las necesidades del usuario.

Por ejemplo, Apple no inventó el smartphone, pero lo hizo más intuitivo y accesible.

2. Ser útil antes que viral

El verdadero éxito en tecnología no está en crear algo llamativo, sino en ofrecer soluciones que se integren a la vida de las personas.

Por ejemplo, WhatsApp no lanzó grandes campañas de marketing, pero se convirtió en indispensable porque resolvió una necesidad real de comunicación rápida y económica.

La tecnología que realmente transforma el mundo es la que hace la vida más sencilla, no la que solo busca atención.


El liderazgo basado en utilidad

Los grandes líderes no buscan protagonismo. Buscan soluciones.

Un líder que es útil deja un impacto duradero. No necesita imponer su importancia; su trabajo habla por sí mismo.

1. Liderar con acciones, no con palabras

El liderazgo efectivo se basa en resultados. Un líder útil:

  • Da el ejemplo antes de exigir.
  • Se enfoca en el crecimiento del equipo, no en su propio prestigio.
  • Crea un entorno donde los demás pueden desarrollarse.

Por ejemplo, Satya Nadella transformó la cultura de Microsoft al enfocarse en colaboración e innovación en lugar de competir con ego.

2. Fomentar una cultura de impacto real

Las empresas con buenos líderes priorizan el aporte de valor sobre la jerarquía.

  • Se reconocen los logros con impacto, no solo las presentaciones llamativas.
  • Se mide el desempeño por resultados, no por presencia en reuniones.
  • Se motiva a la gente a buscar soluciones, no solo a reportar problemas.

Por ejemplo, Toyota aplica la metodología Kaizen, donde cualquier empleado puede proponer mejoras para optimizar procesos.

El verdadero liderazgo no es estar al frente, sino hacer que las cosas sucedan.


Cómo aplicar esta mentalidad en la vida profesional

Cualquier persona, sin importar su rol, puede elegir entre buscar importancia o generar impacto.

  1. No busques reconocimiento, busca aportar valor. Cuando ayudas a otros, el reconocimiento llega por sí solo.
  2. Prioriza la acción sobre la opinión. Hablar sobre ideas es fácil; implementarlas es lo que realmente genera cambio.
  3. Escucha más de lo que hablas. Entender a los demás es el primer paso para ser útil.
  4. Mejora tu entorno sin esperar permiso. Si detectas un problema en tu trabajo o comunidad, sugiere una solución.

Las personas que buscan ser útiles terminan siendo las más valiosas en cualquier equipo o industria. El deseo de ser importante es comprensible, pero la verdadera relevancia proviene de la utilidad.

Las empresas más duraderas son las que resuelven problemas reales. Los líderes más admirados son los que generan cambios positivos. Los profesionales más valorados son los que hacen que las cosas sucedan.

El mundo no necesita más gente que solo busque reconocimiento. Necesita más personas dispuestas a ser útiles.

La pregunta es: ¿estás buscando ser importante o estás generando impacto real?

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