El viaje laboral que todos tenemos, está lleno de altibajos. De hecho, tropezar y caer es parte del proceso. Sin embargo, ¿qué sucedería si te digo que cada error es una oportunidad disfrazada?
Como dijo el teólogo Tryon Edwards, “el error del pasado es la sabiduría del futuro”. Y en el mundo empresarial, cada tropiezo es un escalón hacia el éxito.
Quiero compartirte una experiencia que tuve en una empresa en la que colaboré como responsable de la estrategia digital. Habíamos planeado meticulosamente una campaña de marketing, desde el clic inicial en un anuncio hasta el seguimiento del CRM. Pero a medida que avanzaba el año, nos encontrábamos con un problema inesperado: los leads que esperábamos se estancaron.
Nuestros indicadores de desempeño nos decían que estábamos atrayendo a las personas correctas, pero cuando los leads llegaban al equipo de ventas, a menudo eran descartados. ¡Alarmas de emergencia! Estábamos pagando un dineral por los leads y se estaban yendo a la basura.
Nos propusimos investigar este problema. Fue entonces cuando realizamos una revisión post mortem del 2Q. ¿Por qué estábamos obteniendo leads de calidad pero éstos no se estaban convirtiendo en ventas? ¿Qué estaba saliendo mal?
El primer paso fue detenernos y tomar un respiro. Miramos detenidamente los datos y comenzamos a conectar los puntos. Lo que descubrimos fue que nuestro centro de atención telefónica estaba descartando los leads después de un par de intentos fallidos de contacto. ¿Por qué?
Al profundizar más, descubrimos que muchos de estos leads eran tomadores de decisiones que simplemente no podían atender las llamadas durante el horario laboral habitual. Las reuniones, los plazos y las tareas cotidianas interrumpían su disponibilidad para hablar con nuestro equipo. Era como si estuviéramos intentando abrir una puerta con la llave equivocada.
Entonces, ¿qué hicimos?
- Paso 1 – Clarificar lo que sucedió: Nos dimos cuenta de que a pesar de atraer leads de alta calidad que cubrían 100% el perfil requerido, éstos eran descartados prematuramente.
- Paso 2 – Identificar las causas raíz: Empleando técnicas como la metodología de los 5 Why, pudimos desentrañar la causa de este fracaso. Nuestra estrategia de seguimiento no estaba alineada con las necesidades y disponibilidad de nuestros leads.
- Paso 3 – Crea un plan para evitar repetir el error: Desarrollamos una estrategia de contacto más persistente y flexible. Comenzamos a alternar entre llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de Whatsapp para conectar con nuestros leads. Además, implementamos un sistema para programar llamadas en momentos que les resultaran convenientes. Esto no sólo mejoró nuestra tasa de contacto, sino que también nos permitió construir relaciones más sólidas y respetuosas con nuestros clientes potenciales.
El resultado fue increíble: logramos recuperar terreno, aumentar nuestras conversiones y, al final del año, cumplimos nuestro objetivo anual de leads de calidad. ¿Imagínate si eso lo hubiéramos detectado antes? Los resultados hubieran sido totalmente distintos.
La moraleja de la historia: “los errores son oportunidades de aprendizaje”. Así que no temas a los fallos. En lugar de eso, abraza los fracasos, aprende de ellos y utilízalos para mejorar. Los fracasos son un paso más hacia el éxito.
